Carolina Rodríguez
El exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, fue trasladado nuevamente al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) del Altiplano, en el Estado de México, luego de que un tribunal revocara su prisión domiciliaria ante el riesgo de fuga.
La decisión se tomó tras una apelación presentada por la periodista Lydia Cacho, quien argumentó que Marín representaba un peligro y debía permanecer en un penal de alta seguridad. En su cuenta de Instagram, Cacho informó que dos de tres jueces coincidieron en que el exgobernador es un reo de alto riesgo, por lo que ordenaron su reingreso al penal del Altiplano.
Traslado y cambios en la medida cautelar
Personal del gobierno federal notificó a Marín en su vivienda, ubicada en Xilotzingo, Puebla, sobre la revocación de su medida cautelar. Posteriormente, fue escoltado por un dispositivo policial hasta el penal de máxima seguridad.
Este cambio se da luego de que en agosto de 2024, tras pasar tres años en prisión preventiva por el delito de tortura, la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez, del Segundo Juzgado de Distrito en Quintana Roo, le concediera la prisión domiciliaria. En ese momento, se le impuso una fianza de 100 mil pesos, además de la retención de su pasaporte y visa para evitar su salida del país. También tenía prohibido comunicarse con personas involucradas en su proceso judicial.
Kamel Nacif y supuestas negociaciones
En su transmisión, Lydia Cacho también reveló que el empresario Kamel Nacif, señalado como uno de los principales involucrados en el caso, se encuentra en Puebla y estaría realizando negociaciones políticas para intentar liberar al exgobernador.
Marín, conocido como el «gober precioso», enfrenta un proceso por su presunta participación en la tortura de la periodista Lydia Cacho en 2005, luego de que ella denunciara una red de explotación infantil en la que estaban implicados altos funcionarios y empresarios.
Con esta decisión, Marín regresa al Altiplano, donde seguirá su proceso en espera de una sentencia definitiva.