Ariana Palacios
Mircea Gabriel, conocido entre los poblanos como el “Curandero Rumano», seguirá ofreciendo sus servicios de medicina alternativa en la capital poblana sin enfrentar sanciones ni ser retirado de la vía pública. Las autoridades municipales han optado por el diálogo y la colaboración con el hombre extranjero, cuya popularidad ha ido en aumento en los últimos meses.
De acuerdo con el secretario de Gobernación municipal, Francisco Rodríguez Álvarez, desde el primer contacto con Gabriel —quien inicialmente trabajaba en la zona del Carolino—, se le propuso reubicarse en el Paseo Bravo. La decisión surgió luego de que su presencia atrajera a cientos de personas diariamente, generando aglomeraciones e incluso bloqueando el paso en la Plaza de la Democracia. Algunos pacientes llegaban a esperar hasta nueve horas por una consulta, lo que evidenció la necesidad de encontrar un espacio más adecuado.
El Ayuntamiento ha mantenido comunicación constante con él con el objetivo de mejorar las condiciones en las que trabaja. Rodríguez Álvarez considera que lo ideal sería que Mircea contara con un local donde pudiera atender a sus pacientes de forma más segura y cómoda, evitando así largas esperas en la vía pública.
“Lo que queremos es que él y las personas que acuden a consultarlo tengan mejores condiciones. No es viable que siga atendiendo en la calle”, comentó el funcionario.
Para facilitar este proceso, se le ha ofrecido apoyo a través de diversos programas municipales enfocados en la formalización de negocios. Incluso la Secretaría de Salud ha tenido acercamientos con el curandero para asegurarse de que su actividad pueda continuar dentro de un marco regulado.
Por su parte, Jaime Oropeza Casas, titular de la Secretaría de Economía y Turismo, señaló que Gabriel podría integrarse al programa Incentiva Puebla. Dado que no ofrece servicios médicos como tal, se le abriría la puerta para registrarse como coach, asesor u otra figura comercial que le permita operar formalmente.
Mientras tanto, el “Quita Dolores” continúa ganando adeptos en Puebla, y aunque aún no tiene un local establecido, su actividad ha dejado claro que existe una gran demanda por este tipo de prácticas alternativas en la ciudad.