Ariana Palacios
Una inesperada conmoción sacude al barrio porteño de Coghlan, donde a finales de mayo fueron encontrados restos humanos enterrados en una casa que fue habitada entre 2001 y 2003 por Gustavo Cerati, reconocido cantautor argentino y líder de la influyente banda de rock “Soda Stereo”.
El hallazgo se produjo mientras un grupo de obreros realizaba tareas de demolición en el inmueble. La noticia no tardó en generar un gran revuelo entre la ciudadanía y especialmente entre los seguidores del músico, dando pie a especulaciones sobre un posible crimen cometido por el propio Cerati, fallecido en 2014.
Frente a la gravedad del caso, la Policía Científica de Argentina y la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 61 iniciaron una investigación judicial y pericial para determinar la identidad de la persona fallecida, así como la causa y fecha de su muerte.
En medio de la creciente cobertura mediática, la actual dueña del inmueble fue entrevistada por la prensa, asegurando que Cerati no era propietario del lugar, sino que lo alquiló durante algunos años. La mujer explicó que compró la propiedad en 1995 a una ciudadana alemana llamada Olga Schuddekopf, quien ya llevaba tiempo residiendo allí.
De acuerdo con la dueña, el inmueble tiene una larga historia y funcionó anteriormente como asilo, capilla y hasta establo durante cerca de 150 años. Esta información fue considerada relevante por los investigadores, ya que los restos podrían corresponder a una persona de la tercera edad, posiblemente fallecida hace más de medio siglo.
Los peritos forenses han indicado que los restos hallados estaban acompañados de ropa y relojes antiguos, lo que sugiere que el cuerpo podría haber estado enterrado allí desde hace más de 50 años, lo cual descartaría cualquier vínculo directo con Cerati.
Mientras la investigación continúa, las autoridades llaman a la prudencia y evitan especulaciones hasta contar con los resultados de los estudios forenses. Por ahora, la identidad de la víctima permanece sin confirmarse, pero todo indica que se trataría de un caso muy anterior a la presencia del músico en el lugar.