Carolina Rodríguez
Un nuevo escándalo envuelve al Ayuntamiento de Tlacotepec de Benito Juárez, luego de que policías municipales, presuntamente en estado de ebriedad, provocaran un accidente automovilístico y las autoridades locales intentaran encubrir los hechos.
El incidente ocurrió la tarde del domingo 27 de abril, cuando una patrulla municipal, identificada extraoficialmente con el número económico M-650, impactó a un vehículo familiar en el libramiento a la altura del jagüey de San Félix. Testigos presenciales aseguraron que los oficiales conducían a exceso de velocidad y presentaban aliento alcohólico. Tras el choque, los policías habrían intentado impedir que se documentara lo sucedido, incluso arrebatando el teléfono celular a una de las víctimas.
Pese a la evidencia videográfica difundida en redes sociales, el Ayuntamiento, encabezado por el presidente municipal Martín Camargo, emitió un comunicado en el que minimizó la responsabilidad de los policías, alegando que actuaban en cumplimiento de su deber al perseguir a un presunto infractor. Además, la administración presentó imágenes de una patrulla distinta —con número económico 475— que no participó en el percance, lo que ha sido interpretado como un intento deliberado de alterar la narrativa oficial.
La estrategia de desinformación provocó indignación entre la ciudadanía, que denunció las inconsistencias en la versión oficial y criticó la falta de transparencia de la administración municipal. El accidente ha profundizado el malestar social en Tlacotepec, donde vecinos aseguran que la seguridad pública se ha deteriorado notablemente en los últimos meses, mientras obras públicas prometidas siguen sin materializarse.
Ante el creciente descontento, habitantes del municipio exigen una investigación imparcial sobre los hechos y sanciones ejemplares para los policías involucrados. También demandan que el Ayuntamiento rinda cuentas por el manejo opaco de la información y recupere la confianza ciudadana, cada vez más debilitada.