Carolina Rodríguez
El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, fue sentenciado este miércoles a 39 años de prisión en una corte federal de Nueva York, Estados Unidos, tras ser declarado culpable de múltiples delitos relacionados con el narcotráfico. Durante la audiencia, presidida por el juez Brian Cogan, el exfuncionario del gobierno de Felipe Calderón fue condenado por sus nexos con el crimen organizado, después de un juicio que expuso los sobornos millonarios que recibió de cárteles como el de Sinaloa y los Beltrán Leyva.
García Luna, quien se presentó ante la corte vistiendo un traje azul, escuchó la sentencia acompañado por su esposa, Linda Cristina Pereyra, y su hija. La Fiscalía de Estados Unidos había solicitado al juez Cogan que se le impusiera la cadena perpetua, argumentando la gravedad de sus crímenes y su colaboración con grupos criminales que operaban bajo su protección mientras ocupaba cargos clave en el gobierno mexicano.
El exsecretario fue declarado culpable de los cinco cargos que se le imputaban, entre ellos conspiración para la distribución internacional de cocaína, posesión e importación de la droga, participación en una empresa criminal continuada y falsedad de declaraciones ante autoridades estadounidenses. Estos delitos evidenciaron la colusión entre García Luna y los cárteles de la droga que operaban en México durante su tiempo en el poder.
El juicio, que duró un mes, incluyó testimonios de criminales que señalaron a García Luna como cómplice en sus operaciones, lo que permitió que los cárteles expandieran sus actividades a nivel internacional. A pesar de la solicitud de la Fiscalía de imponer la cadena perpetua, el juez decidió sentenciarlo a 39 años de cárcel, un castigo severo que cierra uno de los capítulos más oscuros de la lucha contra el narcotráfico en México.
El caso de García Luna se ha convertido en un símbolo de la corrupción y los vínculos entre el crimen organizado y las instituciones de seguridad en México, un tema que sigue siendo motivo de debate en ambos lados de la frontera.