Ariana Palacios
A pocas horas de que termine la administr ación del presidente municipal de Palmar de Bravo, Adán Silva Valeriano, un nuevo conflicto ha emergido, sumiendo al municipio en incertidumbre política. El edil ha exigido a los regidores la entrega de sus sellos oficiales, lo que ha generado gran controversia, ya que los regidores se han negado a firmar más de siete estados financieros pendientes, poniendo en duda la transparencia de los actos finales de la gestión.
Fuentes cercanas al cabildo, que han preferido mantener el anonimato, afirman que la solicitud del alcalde podría estar vinculada a la necesidad de aprobar apresuradamente los estados financieros antes del cambio de administración. Sin embargo, los regidores se han mostrado firmes en su negativa, preocupados por las consecuencias legales que podría traer el uso de sus sellos sin su consentimiento y sin conocimiento del contenido de los documentos que se buscan validar.
El manejo de las sesiones de cabildo ha sido otro punto de crítica para la administración de Silva. Desde las últimas elecciones, estas no se han celebrado en tiempo y forma, generando suspicacia entre los ciudadanos sobre la gestión del alcalde, quien ha centrado sus esfuerzos en impugnar el resultado electoral en lugar de cumplir con sus responsabilidades municipales.
Este enfrentamiento ha puesto también en el foco a los regidores, quienes han sido señalados por la ciudadanía por su aparente inacción frente a las decisiones del presidente municipal. Algunos habitantes de Palmar de Bravo han expresado que los regidores podrían estar actuando bajo presión, temiendo perder sus salarios o enfrentarse a represalias por parte de Silva.
La tensión aumenta con reportes de que los policías locales habrían recibido órdenes de bloquear la entrada de la nueva administración. Esta posible medida represiva ha encendido alarmas entre los habitantes, que temen que la situación escale a un conflicto mayor, comprometiendo aún más la estabilidad del municipio.
Con la salida de Silva cada vez más cercana, el desenlace de esta crisis política permanece incierto. Los ciudadanos de Palmar de Bravo observan con preocupación mientras las autoridades locales enfrentan un delicado momento en la transición del poder, esperando que las decisiones de los regidores no los arrastren a posibles irregularidades legales y que la calma prevalezca en el municipio.