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Los cuerpos de tres hombres, con signos de violencia y maniatados fueron encontrados al interior de un vehículo abandonado en la carretera Puebla-Tlaxcala en el municipio de Coronango; con esto son ya un total de siete personas ejecutadas y uno más víctima de un levantón durante los últimos tres meses en esta demarcación a cargo del alcalde perredista, Gerardo Sánchez Aguilar.
La inseguridad se ha desatado en el municipio de Coronango, donde entre el pasado mes de mayo y la primera quincena de Julio se contabilizan siete personas ejecutadas y una más secuestrada. Mientras tanto el edil perredista, Gerardo Sánchez, ha minimizado la situación asegurando que se trata de hechos aislados.
El primer caso se suscitó el padado 22 de mayo en la junta auxiliar de San Francisco Ocotlán, donde un comerciante de nombre Tomás H., fue ejecutado por un grupo de sujetos.
Posteriormente, el jueves 22 de junio, un hombre de 39 años de edad identificado como ‘el Chacal’ y un menor de solo 15 años de edad, fueron asesinados por sujetos armados en Misiones de San Francisco. Presuntamente se trató de un ajuste de cuentas.
De igual forma, el día jueves 29 de junio un grupo de por lo menos 15 sujetos armados, irrumpieron en una pensión de pipas de gas, donde secuestraron a un hombre identificado como Rafael N, de quién hasta el momento se desconoce su paradero.
Otro homicidio sucedio el pasado sábado 1 de julio, cuando sujetos armados a bordo de un vehículo tipo Volkswagen Jetta color blanco, le quitaron la vida a un joven al dispararle en seis ocasiones mientras caminaba sobre la calle Morelos de la junta auxiliar de San Francisco Ocotlán.
Finalmente, la madrugada del domingo 16 de julio, fueron hallados los cuerpos de tres hombres sin vida al interior de un vehículo tipo Chevrolet Beat, de color gris, en la autopista Puebla-Tlaxcala a la altura de San Francisco Ocotlán.
Hasta el momento no existen personas detenidas por dichos delitos, por su parte las autoridades municipales encabezadas por Gerardo Sánchez Aguilar, simplemente no han podido contra la delincuencia que se ha apoderado de la demarcación.