Ariana Palacios
El cuerpo de uno de los dos cadáveres localizados el pasado 6 de abril en un terreno despoblado de Cuautlancingo fue identificado como Joaquín Castillo López, de 39 años, quien residía en el fraccionamiento Misiones de San Francisco, en el municipio de Coronango.
Ambos cuerpos, envueltos en plástico y en posición fetal, fueron hallados por vecinos a aproximadamente 300 metros de distancia entre sí, lo que apunta a un posible intento de dispersar la escena del crimen.
Francisco Sánchez González, titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, confirmó que Joaquín Castillo había sido reportado como desaparecido desde el 11 de marzo. De acuerdo con reportes extraoficiales, la víctima formaba parte de una banda criminal con sede en Santa María Xonacatepec y fue asesinado tras intentar abandonar el grupo.
Sobre la segunda víctima, una mujer cuyo cuerpo fue encontrado en las inmediaciones, las autoridades aún no han logrado establecer su identidad, aunque ya se investiga si existía algún vínculo con Castillo López y el crimen.
Sánchez González descartó que las víctimas fueran originarias de otro estado, como se había especulado en un principio, y aseguró que la Fiscalía General del Estado (FGE) ya realiza las investigaciones correspondientes para esclarecer el doble homicidio.