Ariana Palacios
Daniel, propietario del bar “Jalisquito” en Minatitlán, decidió dejar de pagar las extorsiones impuestas por el crimen organizado. Su negativa tuvo consecuencias graves: fue atacado por dos sicarios, a quienes enfrentó en un acto de defensa propia que terminó con la muerte de los agresores.
A pesar de que su reacción se dio en un contexto de temor por su vida y la de su equipo de trabajo, las autoridades lo detuvieron y procedieron al cierre de su negocio. La situación ha generado indignación en Minatitlán y Coatzacoalcos, donde la extorsión a comerciantes es un problema constante y muchas víctimas optan por pagar por miedo a represalias.
En redes sociales, Daniel compartió su versión de los hechos, detallando las amenazas que había recibido previamente y cómo ocurrió el ataque. En su testimonio, expresó su pesar por la situación y afirmó que solo actuó para protegerse a sí mismo y a sus empleados.
El caso ha encendido un debate sobre la inseguridad en la región y la falta de apoyo a comerciantes que enfrentan a la delincuencia. Mientras tanto, la comunidad espera respuestas de las autoridades y se mantiene atenta al futuro legal de Daniel.