Carolina Rodríguez
El reconocido cantante de corridos, Gerardo Ortiz, se declaró culpable de un cargo de conspiración por violar la Ley Kingpin, una normativa que permite al gobierno de Estados Unidos sancionar a individuos y entidades extranjeras involucradas en el tráfico internacional de narcóticos.
De acuerdo con información publicada por Rolling Stone, el artista admitió haber realizado negocios y ofrecido conciertos con un promotor vinculado a cárteles mexicanos, lo que lo llevó a enfrentar cargos federales. La revelación surgió en el contexto del juicio contra Ángel del Villar, director ejecutivo de Del Records, quien está acusado de violar la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeras del Narcotráfico.
Según medios como Univision, Ortiz, de 35 años, reconoció que participó en al menos seis conciertos organizados en México por un promotor sancionado por el Departamento del Tesoro en 2018. Este individuo estaba señalado por presuntamente lavar dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones criminales más poderosas del país.
Fuentes cercanas al caso indican que la declaración de culpabilidad del cantante se mantuvo en secreto mientras colaboraba con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en el caso de Ángel del Villar, su antiguo representante y dueño de Del Records, quien actualmente enfrenta un proceso judicial en una corte de Los Ángeles.
Este giro en el caso ha generado gran impacto en la industria de la música regional mexicana, ya que Ortiz es considerado uno de los exponentes más influyentes del género. Su relación con promotores sancionados y su cooperación con las autoridades estadounidenses podrían tener serias repercusiones en su carrera y en la escena musical en la que se desenvuelve.