Carolina Rodríguez
En un ambiente de profundo dolor y hermetismo, las familias de Tlaxcala sepultaron a cinco de los siete jóvenes asesinados en Oaxaca. Los sepelios se realizaron de manera privada en los panteones de Santa Úrsula Zimatepec, Huacalcingo, San José Tetel y Apizaco, sin acceso a la prensa y con un llamado al respeto por el duelo de los familiares.
Avances en la investigación
Mientras tanto, la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca, encabezada por Bernardo Rodríguez Alamilla, informó que ya han sido identificadas las células criminales implicadas en la desaparición y asesinato de los jóvenes.
Los cuerpos fueron hallados dentro de un vehículo abandonado en los límites entre Puebla y Oaxaca, con signos de extrema violencia. Rodríguez Alamilla aseguró que no se ha descartado ninguna línea de investigación y que se está trabajando en coordinación con las Fiscalías de Puebla y Tlaxcala para esclarecer el caso.
El fiscal también advirtió que este no es el primer crimen en el que las víctimas son abandonadas en Puebla y que se ha detectado un patrón de colaboración entre grupos delictivos de distintos estados.
Una zona de alto riesgo
Rodríguez Alamilla señaló que la región limítrofe entre Puebla y Oaxaca, particularmente en municipios como Tehuacán, Acatlán de Osorio, Chazuma y Huajuapan, se ha convertido en una “zona roja” con alta incidencia delictiva.
Las autoridades han reforzado la colaboración entre fiscalías para frenar estos delitos y dar con los responsables de este crimen que ha conmocionado a Tlaxcala y Oaxaca.