Ariana Palacios
El caso de Marilyn Cote sigue generando controversia a medida que emergen nuevos detalles sobre la vida de esta abogada, quien presuntamente usurpó funciones médicas sin contar con los permisos necesarios. En medio de las investigaciones, se descubrió que el supuesto romance que Cote publicitaba con el médico Rodrigo Orcajo era, en realidad, una “fantasía cuasi delirante”, según las palabras del propio psiquiatra, quien asegura que su imagen fue manipulada y distorsionada por ella. Orcajo, lejos de ser su pareja, era su médico de cabecera y proveedor de tratamiento psiquiátrico, vínculo que Cote tergiversó al presentarlo como una relación sentimental.
A través de redes sociales se difundió un video que ha causado revuelo, en el cual se observa cómo Cote intenta obligar a Orcajo a declararse su novio, utilizando métodos de coacción física y verbal. Este incidente refuerza la teoría de una construcción ficticia en torno a sus relaciones personales, pues la única interacción real entre ellos era la que sostenían como médico y paciente.
La situación se complica aún más al revelarse que Marilyn Cote tiene un diagnóstico que sugiere un cuadro de sociopatía. Este dato ha llevado a cuestionamientos en torno a la veracidad de otras relaciones familiares y amistosas que Cote ha mostrado en redes sociales, las cuales podrían ser también construcciones imaginarias para sostener su imagen pública.
Actualmente, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha iniciado una investigación para determinar si Cote cuenta con los permisos legales para ejercer la medicina, mientras que el gobierno de Puebla le otorgó un plazo de cinco días para que demuestre que tiene las autorizaciones necesarias para operar. En caso de no cumplir con los requisitos, podría enfrentarse a un proceso penal e incluso ser arrestada.
El escándalo ha alcanzado tal magnitud que algunas celebridades se han visto obligadas a intervenir. La cantante italiana Laura Pausini, por ejemplo, tuvo que desmentir públicamente que haya tenido una relación de amistad con Cote, luego de que se descubriera que la abogada había manipulado fotografías para dar la impresión de que mantenían un vínculo cercano.
El caso de Marilyn Cote continúa en desarrollo y las investigaciones siguen su curso, mientras que la opinión pública cuestiona cada vez más las acciones de esta abogada y su impacto en aquellos a quienes involucra en sus relaciones ficticias.