Carolina Rodríguez
Los concesionarios del transporte público en Puebla han rechazado la propuesta del gobernador electo, Alejandro Armenta, de adquirir autobuses y vehículos eléctricos, argumentando que los costos de mantenimiento y operación son excesivos. Delfino Reyes Bocardo, representante de los concesionarios, explicó que el precio de estos vehículos asciende a 4 millones de pesos, cifra que se incrementa con la adquisición de baterías, las cuales tienen un valor de medio millón de pesos.
Reyes Bocardo detalló que, además del elevado costo, las baterías sólo tienen una duración de tres horas, lo que resulta insuficiente para cubrir las jornadas de trabajo de los autobuses, que suelen operar durante más de ocho horas diarias. Este factor limitaría las rutas a un máximo de dos traslados por día, afectando seriamente la movilidad en la ciudad.
Ante estas limitaciones, algunos sectores han sugerido la compra de baterías adicionales para garantizar la operación continua de los autobuses eléctricos. Sin embargo, el concesionario señaló que esto incrementaría aún más los gastos, ya que la infraestructura de carga eléctrica es limitada en el estado, lo que complicaría el reabastecimiento de energía de manera eficiente.
Durante su campaña, el gobernador electo Alejandro Armenta prometió implementar un sistema de transporte público eléctrico y accesible para los poblanos, y anunció la compra de alrededor de mil unidades. No obstante, los transportistas se han mostrado reacios a adoptar esta tecnología debido a los altos costos que consideran inviables para su operación diaria.
Este rechazo plantea un reto para la administración entrante, que busca promover un transporte más sostenible, pero enfrenta la resistencia de un sector que alega que las condiciones económicas y tecnológicas actuales no son favorables para la transición hacia vehículos eléctricos.