Carolina Rodríguez
Durante la madrugada de ayer martes 23 de octubre, se registró un violento ataque que cobró la vida de dos policías municipales. Los oficiales, identificados como Jorge N., de 49 años, y Alfonso N., de 43, respondían a un llamado por disparos en la entrada principal del municipio cuando fueron emboscados.
De acuerdo con los primeros reportes, los policías llegaron al lugar sin encontrar señales evidentes de peligro. Sin embargo, minutos después, al no recibir respuesta por radio, se activó una alerta para localizarlos. Fue alrededor de las 2:00 a.m. cuando otra patrulla halló la unidad con el número SP42042. La escena que encontraron fue desoladora: el vehículo presentaba múltiples impactos de bala y los cuerpos de los oficiales, desarmados, yacían sin vida en su interior.
En el lugar de los hechos, peritos contabilizaron más de 21 casquillos percutidos, señal de la brutalidad del ataque. Aunado a esto, se reportó el hallazgo de una bolsa sellable con posible contenido ilícito en la patrulla, lo que añade un elemento inquietante a la investigación.
El hecho ha suscitado diversas interrogantes. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó posteriormente que los dos oficiales no estaban registrados en el Registro Nacional de Personal de Seguridad Pública y que sus evaluaciones de control de confianza no estaban actualizadas, lo que pone en tela de juicio la capacitación y las condiciones de las fuerzas de seguridad en la región.
Hasta el momento, las autoridades no han determinado el móvil del ataque y continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos que rodean esta tragedia.