Carolina Rodríguez
Después de cuatro años de cierre, la Zona Arqueológica de Cholula, uno de los sitios prehispánicos más emblemáticos de México, ha reabierto sus puertas al público los domingos. Esta medida busca impulsar el turismo en la región, seriamente afectado por las restricciones de la pandemia de Covid-19.
El sitio es mundialmente conocido por albergar la Gran Pirámide de Cholula, la mayor estructura piramidal por volumen en todo el mundo. Fundada en el 500 a.C., Cholula fue un importante centro ceremonial y comercial prehispánico, cuya rica historia abarca siglos de desarrollo cultural y urbano.
La reapertura dominical marca el regreso de miles de turistas que, tras años de restricciones, pueden volver a explorar esta zona arqueológica. Sin embargo, el acceso completo aún enfrenta limitaciones, ya que los túneles que recorren el interior de la pirámide permanecen cerrados por restauración.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha anunciado que los túneles serán reabiertos en los próximos meses, aunque con medidas de control de aforo para garantizar la seguridad de los visitantes. Mientras tanto, tanto turistas como locales pueden disfrutar del resto del sitio, considerado sagrado por distintas civilizaciones prehispánicas.
Ubicada a tan solo seis kilómetros de la ciudad de Puebla, la zona arqueológica de Cholula es de fácil acceso, lo que se espera contribuya a un notable incremento en el flujo de turistas. Con esta reapertura, se proyecta un impulso al desarrollo económico de la región, especialmente para los negocios locales que dependen del turismo cultural.
El regreso de los visitantes a este icónico sitio representa no solo una recuperación del turismo, sino también una renovación del interés por la historia y el patrimonio cultural de México.