Carolina Rodríguez
En su primer discurso como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo subrayó su compromiso con el “humanismo mexicano” y el liderazgo femenino en la Cuarta Transformación. Ante el Congreso de la Unión, Sheinbaum afirmó que el 2 de junio, el pueblo expresó pacíficamente su deseo de transformación y que ahora es “tiempo de mujeres”.
Sheinbaum destacó la importancia de la llegada de mujeres al liderazgo nacional, afirmando que no llega sola, sino en representación de todas. Hizo hincapié en la continuidad de los principios de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien se retira como un demócrata.
En su mensaje, la presidenta se comprometió a no permitir autoritarismo ni militarización, y defendió su política exterior basada en la no intervención. También se comprometió a mantener la autonomía del Banco de México y a promover la inversión pública y privada.
La mandataria aseguró que no aumentarán los precios de la gasolina, gas y electricidad, y que en las próximas semanas se reunirá con empresarios para ratificar un acuerdo sobre la canasta básica. En cuanto al Tratado de Libre Comercio, enfatizó la importancia de la relocalización de empresas y el cuidado del medio ambiente.
Sheinbaum también anunció planes para aumentar los salarios mínimos y mantener todos los programas de bienestar, buscando asegurar que estos crezcan anualmente, al menos a la par de la inflación. Reiteró su compromiso con la pensión universal para personas mayores y el apoyo a la educación.
La nueva presidenta se comprometió a garantizar la libertad de prensa y los derechos humanos, y a respetar la diversidad en todas sus formas. Su discurso culminó con un mensaje de inclusión, enfatizando que “quien diga que hay autoritarismo, está mintiendo”.
La ceremonia de investidura contó con la presencia de representantes de 105 países, incluyendo líderes de Brasil, Chile, Colombia y la esposa del presidente de Estados Unidos, reflejando el compromiso de México con la comunidad internacional.