Carolina Rodríguez
El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó este jueves la pérdida de registro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) al no alcanzar el umbral del 3% de los votos en las elecciones federales de junio.
Con diez votos a favor y uno en contra, el dictamen establece que, a partir de este viernes, el PRD dejará de gozar de derechos y prerrogativas, salvo las correspondientes al resto del ejercicio fiscal de 2024, las cuales serán administradas por un interventor encargado del proceso de liquidación.
En las pasadas elecciones presidenciales, el PRD apenas consiguió el 1.9% de los votos, mientras que en las senadurías de mayoría relativa obtuvo el 2.37% y en las de representación proporcional el 2.36%. En las elecciones de diputados, el partido alcanzó el 2.54% en mayoría relativa y el 2.53% en representación proporcional, sin alcanzar en ningún caso el porcentaje mínimo necesario para mantener su registro.
El PRD, fundado en 1989, es heredero de los registros del Partido Mexicano Socialista (PMS), el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y el Partido Comunista Mexicano (PCM), organizaciones de izquierda que tuvieron un papel significativo en la historia política del país.
A pesar de la pérdida de registro, la consejera Carla Humphrey destacó que el PRD aún tiene la posibilidad de solicitar su registro como partido local en entidades como Aguascalientes, Baja California Sur, Michoacán, Estado de México, Oaxaca, Tabasco, Tlaxcala, Zacatecas, Sonora, Guerrero, San Luis Potosí, Ciudad de México y Quintana Roo.
Por su parte, la consejera Claudia Zavala subrayó el legado del PRD en la lucha por la equidad de género en la política mexicana. Desde 1996, las mujeres perredistas impulsaron la participación equitativa de las mujeres en los espacios de toma de decisiones, un esfuerzo que hoy se refleja en la paridad consagrada en la Constitución.
El proceso de liquidación del PRD marca el fin de un ciclo para un partido que, en sus primeros años, fue una fuerza clave en la política de izquierda en México, aunque en la última década experimentó una caída significativa en su apoyo electoral.